jueves, 3 de diciembre de 2015

Esperanza, ¿dónde estás? En la ciénaga oscura te espero.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Levantarte de la cama y llorar. Llorar porque empieza otro día en el que nada sucederá, en el que no tendrás una oportunidad, en el que no te quedan ganas de hacer nada, en el que la frustración y sensación de fracaso serán una constante, en el que no te comunicarás con nadie, en el que te sentirás una dolorida e inerte gran bola de mierda, en el que sentirás que nadie puede estar orgulloso de ti, (y tú menos que nadie) en el que no tendrás energía pero sí mucho hambre, en el que no eres capaz de leer ni escuchar la música que te gusta, en el que recuerdas que la vida es muy injusta y que qué más da, en el que seguirás sintiendo un gran vacío, en el que sabes que será otro día desperdiciado, en el que te repetirás que será el último que pases así y en el que sabes que eso no sucederá.
Otro día más que te acerca a la muerte que tanto anhelas.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Finales. Principios. Interludios. Interrogantes. Eterno fluir, continuo estancamiento, derivas varias. Mareas y mareos. Pocas drogas, poco sexo y algo del resto. Aquí sigo sin seguir en mí. Reaparezco en  la nada, de la que nunca me fui. Muchas duras, pocas maduras. Vuelvo al monólogo del que tú te has olvidado, del que solo quedan restos en tu memoria. Pero yo sigo viva (y a menudo muerta) aquí.
Ya no te espero más. Te buscaré tras las cortinas, o en la cocina.