viernes, 22 de enero de 2010

¿Qué es lo que me inspira la ilusión efímera en un terreno estéril?
La espera indecente de una lectura banal.
Las respuestas anodinas que no se leen entre líneas.
Los acosos sin derribo.
Los impulsos del deseo por nada en concreto.
Mi posicionamiento mental del pasado que retrotraigo a un futuro de "tierra de nadie".

El acogedor suelo del valle me protege, pero yo me empeño en estrellar mi cabeza contra los acantilados escarpados, haciendo equilibrios imaginarios para llegar a un camino que no conduce a nada. Lo sé y así lo quiero.
Simplemente me conformo con una brecha en la frente y el recuerdo de un cicatriz como duelo perpetuo de este descalabro, otros anteriores y los que han de venir.
Deseo sentir la sangre fresca pero caliente recorriendo mi piel, y sentir con plenitud, desgarrándome...y a la vez, exhalando el pasotismo propio de los experimentos de este calibre.

La cobaya escapa y sólo me queda esperar a la siguiente.. ensayo y error de lo que soy.

2 comentarios:

bolet dijo...

chuous, menudo texto. He de reconocer que te voy a hacer un comentario demasiado anodino porque me ha costado de leer y realmente no sé todavía si lo he entendido bien.

Quisiera decirte que yo también me he enriscado teniendo un valle precioso a mi alrededor, y a fin de cuentas, ¿quién no lo ha hecho?
Pero no sé si es a eso a lo que te refieres o si es a algo más profundo, algo que una triste leedora de blogs no alcanza a adivinar.

bolet dijo...

guardo será arriba del armario dónde no las vuelva a ver, pero tarde o temprano limpiaré por allá arriba y cuando esté contenta porque no tengo nada malo en mi vida, estoy segura de que no me gustará tropezarme con aquello que me hizo daño.
Ya aprendí de ello, ya está, no merece la pena volver a vivirlo en un futuro...

:S