lunes, 19 de abril de 2010


Se secan las palabras.
Las lágrimas no afloran.
Los resentimientos se diluyen en las horas.
Los rostros se desdibujan.
Las pesadillas huyen y se engullen a sí mismas.
Los recuerdos nítidos perduran en recónditos espacios, apenas iluminados por sonidos de banda sonora.
Lo dulce prevalece sobre lo amargo, y se aspiran las notas balsámicas que abren la mente.
Los temblorosos dedos que cierran los ojos turbios y mortecinos, aquellos que ya no miran atrás.
Lechos fríos cubiertos por la hojarasca del tiempo.
Desenrollar el ovillo de dudas y "stops".
Desperezarse con lentitud y firmeza, tomando los valles a bocanadas y despertar a la vida interior que pulsa por abrirse camino a la cima.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desconozco si estas líneas son sentimientos expresados o mera poesía; sinceramente espero que sea lo primero y te animo a que sigas la luz. Sabes que siempre te voy a tirar de las orejas por muy lejos que esté. Ven a la luz! Un beso

geographica dijo...

Intento ir hacia ella...pero está a años "luz"... .paradojas de la vida!

bolet dijo...

primavera. Esta entrada me hace pensar en una pequeña margarita al principio de la primavera abriendo sus pétalos por la mañana.