Poderosas armas que destruye el germen de lo árboles asombrosos , de enormes ramas, las cuales se extienden hasta el infinito; las secuoyas humanas que ya no crecerán.
Rebaño de mediocres somos. El afán de superación abre su boca llena de insectos que inyectaron su veneno... y no hay antídoto. Nunca sabrás lo que pudo haber pasado... porque a mitad del camino elegiste sin pensar. Cigarras... hormigas... sapos que no se convierten en príncipes y serpientes embelesadoras de cascabel, escorpiones en noviembre y cangrejos veraniegos y alocados que caminan hacia atrás buscando una luna que le dicte la senda.
Piérdete y rebusca. Escarba en la deshidratada tierra el manatial y bebe de él. Sólo puedes hacer eso.
martes, 4 de mayo de 2010
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