jueves, 28 de abril de 2005

28 abril

Lo que prometía ser una visita cordial se convirtió en una pesadilla mortal. No puedo describir el dolor que me invadió. Si lo sé no voy.
Oídos cerrados que no escuchan, cuerdas vocales vibrando, órbitas oculares fuera de sí, palabras sin sentido que cobran importancia... sin contexto.
Duelo de impositores de santas voluntades.
Planetas separados girando sobre una órbita inconexa. Lectura errónea de opiniones.
Como en un zulo asfixiante, espero que el tiempo pase; el tiempo que todo lo cura. El captor se descuida y la puerta se abre.
Zancadas, latidos, apnea, vértigo, náuseas, paralización corporal, herida sangrante mental.
Llego al refugio... tranquilidad, sedación, evasión... La cena deja de estar en su sitio, limpieza interior, limpieza del alma...
Se acaba el día, retorno al descanso. Agotada, me duermo.

1 comentario:

M. dijo...

Joder!! no sabes lo que me gustaría abrazarte y hacer que te sintieras un poco mejor....

quizá algún día una locura nos permita conocernos.....

ánimo y pa´lante

m.