miércoles, 20 de julio de 2005

Empezando a flotar

Libre de todo lastre, en la recién estrenada oscuridad de una ciudad de ensueño, asomada a un blanco y alto ventanal británico, dejándome acariciar por el leve roce del viento en mi rostro, con los ojos cerrados, respirando tranquilidad y sin pensar prácticamente en nada... así fué como comenzó una etapa de mi vida que ya no tiene vuelta atrás...

1 comentario:

M. dijo...

nunca una brisa me hizo sentir tan feliz...sería por la compañia?