Como tantos otros días

La mayoría de la veces en los últimos meses, con respecto a él, me siento una auténtica gilipollas...
Sé que me ha cuidado, ha respetado mi dolor, se ha hecho cientos de kilómetros para poder vernos... y miles de cosas maravillosas han sucedido.. pero a veces tengo la sensación de que no tiene las mismas necesidades que tiempo atrás... y por supuesto y ni mucho menos... las necesidades que yo tengo...

Atrás quedaron acciones y reacciones que sé que no volverán... y eso me entristece ... y me entristece aún más asumirlo...
Todo es cambiante, todo evoluciona... pero esto se esta convirtiendo en una degradación de sentimientos por su parte que me hace sentir la tía más tonta del mundo... me siento ridícula, esa es la palabra: RIDÍCULA !!!

Intento controlar mis rayamientos, hacer que los suyos sean menos, animarle, cuidarle, darle a entender que sigo aquí, esperando... que cambiaré toda mi vida por él... y no obtengo respuesta...

Las circunstancias son muy jodidas... pero para todos... todos sufrimos, todos estamos donde no queremos estar porque no nos queda más remedio...

Pero siento cómo se aleja... siento su miedo... y mi mente reacciona a su manera... cubriéndose con la coraza del tipo : “me comporto como tú...”

Es algo que me pasa desde pequeña: según se comportan conmigo... así sale mi comportamiento innatamente... no lo puedo remediar...

Y ya me harto de dejar pasar las cosas por no crear conflictos... de quedarme como una tonta pensando : “ya se le pasará... ya volverá a ser como era...” Pero eso no ocurrirá... lo sé...
Al igual que no sé otras tantas cosas...
Esto es tan triste.. que no puedo seguir escribiendo... porque si continúo me comeré tanto la cabeza y me sentiré tan mal... que no me puedo permitir esos lujos...