Días extraños con voces perdidas, recuperando algo de calor y perdiendo el alma... reencontrándome a mí misma.
Resurgen modos y maneras, recuerdos y encuentros.
Algo de alegría llena parte de mis días... la desesperanza el resto...
Solitaria en las noches de vuelta a casa... anhelante a la luz del sol... pero siempre ahí...
Deseando darte mis ojos y mi sonrisa... calándote hondo para que nunca me olvides... para que me lleves en tu corazón...
Y mientras, Calamaro me emociona y me acompaña en mi despedida... querida ciudad... nunca te olvidaré...
viernes, 25 de agosto de 2006
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1 comentario:
Monikilla!
Por supuesto que re recuerdo, a pesar del tiempo que hemos pasado sin comuniacion. Veo que nuestra vida ha sido vertiginosa desde que perdimos contacto, y claro yo tengo ya dos hijos, un marido y muchas cosas que contarte..
Pasaré seguido por aqui
Recibe un abrazo enorme (y mi curiosidad por saber como terminó lo de antes¡¡¡)
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