
Espero infundadamente un encuentro casual, una visión en un campo de mirada perdida. Reacciones desorbitadas, quizá alejadas, parapetadas tras la incomodidad de posibles acompañantes, miedo de no volver a tener una ocasión; o quizá llamadas inesperadas que asalten cualquier mediodía, atragantando una comida o una jornada de trabajo.
Mil veces imagino el rechazo, milesde hipotéticas-patéticas conversaciones, cortadas con excusas cotidianas para no afrontar el hecho.
Preguntas sin respuesta, aclaraciones sin interrogantes previos, desahogos inconstantes, pérdida de la realidad, vuelta a la frustración afrontando una pasividad sin sentido, frases maltrechas, miedos y revulsivos de la cotidianeidad. Caminos opuestos para siempre que un día, sin saber cómo ni por qué, se separaron... sin explicaciones... huyendo.. de qué????
Mil preguntas que se quedarán sin respuesta, relegadas a un tintero en el purgatorio.