
Recuerdos y nostalgias del ayer, risas, buen tiempo, animación, socialización, despreocupación, vivencias, experimentación... todo eso y más me aturde la cabeza en estos días de futuro incierto.
Un pasado muy presente en los momentos vacíos y tristes de esta rutina auto-impuesta para no decaer.
Carencias de personas que no están y no volverán, morriña de besos y abrazos, cafés interminables, acaloradas conversaciones "solucionadoras" del mundo mundial, amaneceres de chocolate con churros, noches de lectura interminable, mañanas de sexo precoz... todo presentado en diapositivas y flashes mentales por la no existencia digital del ayer. Cartas amarillentas y postales con frases de amor, comprimidas, esperando una nueva lectura que reviva momentos de placer y ansias por saborear la vida en cada bocado.
Quinquenios en los que se suceden los encuentros, las rupturas, las catarsis mentales... nada puede permanecer quieto en mi vida... nada debe asentarse eternamente, nunca nada debe darse por supuesto y evoco constantemente una renovación.
Siempre presentí que sería así, siempre me acorraló el deseo de cambio, de vivir mil historias que rememorar de anciana; la búsqueda constante de la felicidad, el inconformismo asaltando mi ventana cada mañana...
Esa soy yo, la que necesita del pluma y el papel para no volverse loca...
Un pasado muy presente en los momentos vacíos y tristes de esta rutina auto-impuesta para no decaer.
Carencias de personas que no están y no volverán, morriña de besos y abrazos, cafés interminables, acaloradas conversaciones "solucionadoras" del mundo mundial, amaneceres de chocolate con churros, noches de lectura interminable, mañanas de sexo precoz... todo presentado en diapositivas y flashes mentales por la no existencia digital del ayer. Cartas amarillentas y postales con frases de amor, comprimidas, esperando una nueva lectura que reviva momentos de placer y ansias por saborear la vida en cada bocado.
Quinquenios en los que se suceden los encuentros, las rupturas, las catarsis mentales... nada puede permanecer quieto en mi vida... nada debe asentarse eternamente, nunca nada debe darse por supuesto y evoco constantemente una renovación.
Siempre presentí que sería así, siempre me acorraló el deseo de cambio, de vivir mil historias que rememorar de anciana; la búsqueda constante de la felicidad, el inconformismo asaltando mi ventana cada mañana...
Esa soy yo, la que necesita del pluma y el papel para no volverse loca...
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