lunes, 17 de agosto de 2009

Vivo sin vivir en mi... esperando algo que no sé si llegará.. que no sé ni lo que es...
Busco una paz interior que no llega, y en su lugar, el vacío me llena, me ahoga, me desestabiliza...
Sufro las distancias diarias, los malentendidos, las conversaciones no mantenidas, la desilusión ajena que contagia la propia, las lágrimas no derramadas contenidas hasta la extenuación.
Sufro... y el comienzo del fin del túnel no tiene fecha prevista.
¿A qué me voy a aferrar para mantenerme a flote? La tormenta se llevó mi chaleco anti balas y me dejó desnuda de fuerzas.
Y así, desprovista de toda protección, remendaré las piedras de la atalaya donde deberé permanecer hasta que todo llegue a su fin...

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