Fin de semana lleno de adjetivos que, en escala ascendente - descendente - ascendente, recorren todos los sentimientos que un ser humano puede experimentar, hasta el límite de sus fuerzas... siempre es así en mí.
La sensación de fracaso es una constante, el dolor de cabeza que me recuerda mi vulnerabilidad, mis ataques de soledad, el abandono al que yo misma me someto, enredándose en mi pelo, atravesándome el cráneo.
Herida de muerte... intento mantener la cabeza erguida, fría en el hielo de la realidad.
Y en un sublime instante todo vuelve a su sitio, inalterable, inexorablemente...
Sucesión de paisajes y climas, gentes y calles, recuerdos ajenos y sueños propios... la ruleta gira... hagan juego!
En medio de la vorágine surge mi lado sociable, impregnándome de una accesibilidad que ya no es propia de mí, intentando "estar a la altura"... ya me da igual.
Y sin que pasen 2 nanosegundos, mi voz se quiebra y enmudezco.
En la última fila del escenario me encontrarás, haciendo de extra en una producción labrada hace años por gentes cordiales que se encontraron en el camino de sus vidas.
Alguien me lanza el chaleco salvavidas y me extrae de la negra marea de mi aislamiento...
noooooooo!!!!!!!
lunes, 30 de mayo de 2005
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1 comentario:
esper que en nuestro fin de semana haya todo tipo de momentos ..pero que los buenos enmascaren a los malos y no les dejen ocupar huecos de tu mente..
M.
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