viernes, 20 de mayo de 2005

pantera blanca

Camina junto a mí desde que el regalo se hizo. Camina a mi lado sin despegarse, dedicándome miradas enternecedoras.
Debía cambiarla, supuestamente no era para mí; y en su defecto me entregaban dos.
Macho y hembra en sendas cajas altas de cartón, alargadas, azul metálico, inexpugnables, sin movimiento, como rocas impertérritas abandonadas en el tiempo a su suerte.
Pero al pasar mi mano izquierda sobre una de ellas, ésta se abrió con la facilidad con que Scalibur salió de su pétreo aprisionamient.
Asomó entonces una cabeza lánguida, casi enfurecida... no pude... bajé la tapa y miré atrás,no podía aguantar su mirada de odio...
Me impelían al trueque... pero desistí!
La mirada de la pantera blanca me cautivó.
Y con toda su fuerza, con su altivez y con su cuerpo pegado al mío,emprendimos juntas el camino de regreso a la realidad.

1 comentario:

M. dijo...

no puedo comentar nada porque literalmente no me entero de nada.....

M.