Mal despertar, no soporto que griten mi nombre al levantarme. No hablo.
Bostezo tras bostezo, larga mañana la madrugar. El hambre se apodera de mí. Muerdo la manzana del pecado!
Quiero ser un cactus... espinas de defensa, olvido...
Sin echar raíces, sin beber, sin comer... vivir del aire, del sol, sin dinero, sin responsabilidades... sin gente.
Hoy es el típico día de anacoreta, de hermitaño... desaparecer. El cuerpo me pide gritar, llorar, correr... sólo hay presión, presión, presión... y no puedo más, tengo un límite!!!
Me faltan horas, me faltan días, me falta el aire... me ahogo!
Debo tener paciencia, no puedo explotar, no puedo...
No sé de dónde saco las fuerzas para no reventar...
Necesito hacer deporte, eso me relajaría... lo sé. Pero soy una vaga... y además, dónde iría?
Nada de cuerpos sudorosos en gimnasios, nada de cuerpos semidesnudos en piscinas, nada de tiempo para el relax, nada de casa solitaria... nada!
Cosas por hacer... miles... resultados nefastos, frustración, stress,mal humor, hambre, ansiedad, remordimientos, desesperación, soledad, terror, sueño, insomnio.
Mi problema: querer hacer a destiempo las cosas, justo cuando no corresponde: limpiar en horas de trabajo, estudiar en las horasde la limpieza, trabajar en las horas dedormir, dormir a todas horas, comer cuando no es la hora, caminar en la hora de comer, descansar cuando voy caminando, gritar en la ciudad, silencio en las conversaciones.
odio las imposiciones, las obligaciones,los horarios, no nací par ael ritmo occidental.
Me creo horarios, que nunca cumplo. Los leo, los releo... los rechazo... espacios en blanco. Promesas incumplidas.
Quiero la medicina de la disciplina , quiero una mente ordenada, quiero el interruptor de la conexión, el de la concentración y el de la satisfacción.
Con qué meta nací? Con la de cabrear al personal!
Shit! No pedí nacer, no me obligues a ser como tú.
Navego entre aguas semejantes, las dos corrientes tiran de mí... y en un segundo... me abandonan a mi suerte, en la deriva de mis rarezas. Siento el rechazo y me gusta!
Ese rechazo, ese aislamiento, eso es!
Odio su acercamiento, que al final torna en mi sufrimiento.
Interrupción, irrupción, erupción...
Debo serenarme o maltrataré más a ese músculo llamado corazón. Lo maltrato tanto que el día menos pensado me encontrarán tirada en el suelo del baño y sin poder hacer nada por mi.
Sí, aún a mi edad puedo sufrir un ataque cardíaco, ya son años tratándolo como si no existiera, pensando que siempre bombeará esa sangre enferma. Órgano de casquería que pronto sufrirá un desgarro.
Pero no puedo dejar de hacerlo...
En mis pensamientos surge como el Ave Fénix, y me llama y yo voy... la odio y la amo. Eres mi vía de escape amiga MÍA. Eres lo único que me salva de mí misma.
Eres la que me matará... espero ese dulce momento tantas veces, que me asusto de mí misma. Hoy es uno de ellos.
Ya me estás llamando... voy...